¿Quién necesita oficina propia pudiendo trabajar en un coworking?
Y es que años atrás, para las grandes corporaciones no existía la opción de dividir su plantilla entre espacios de coworking y teletrabajo, no veían como opción el no tener que ir a la oficina diariamente cumpliendo el horario de todos los días. ¿Por qué iban a necesitar de dichos espacio para ubicar a sus empleados si tenían sus propias instalaciones?
A día de hoy, el “concepto” coworking es tendencia, siendo la posibilidad que para muchas empresas beneficia tanto a sus empleados como a estas mismas. En otras palabras, es la nueva realidad en el día a día del trabajo.
Podríamos indicar que todo apunta a un “Cambio de Chip” donde hasta hace unos años, una empresa era directamente proporcional al tamaño, localización y lujo lo que proyectaba su estatus. Todo indicaba que entre más grande y lujosas las instalaciones, más importante era la empresa, algo que ya ha cambiado.
Tradicionalmente, el trato con el cliente era mucho más personal, se necesitaba disponer de salas en las oficinas para poder atenderles, ahora, los coworking disponen de los necesario para organizar reuniones y tener esa clase de interacción.
Los Coworkings son espacios que promueven la productividad, la creatividad y el networking. El hecho de que una gran cantidad de Startups hayan nacido en estos lugares han favorido a su propia innovación y trabajo colaborativo, algo que actualmente está muy bien valorado.
Si hacemos referencia a los costes, la pandemia trajo un punto de inflexión con este concepto y lo que debería de ser un lugar de trabajo. Muchas empresas se dieron cuenta del gasto innecesario que era mantener unas instalaciones cuando no eran necesarias para funcionar, disponer de pequeñas oficinas y salas compartidas dentro de un coworking era una mejor opción. Además, dar la opción a sus trabajadores de trabajar como y de donde quieran aumenta su felicidad.
La tecnología juega un papel esencial, se pueden reservar salas y espacios de manera online, lo que agiliza este tipo de gestiones.
También la flexibilidad de dichos espacios hace que todo esto funcione. Empresas pueden empezar a trabajar desde el instante en el que pisan el espacio, y los trabajadores agradecen la flexibilidad que supone alternar entre trabajar desde casa o desde la oficina.
En definitiva, ¿Por qué elegir un espacio de coworking? Beneficia a las personas ya que trabaja en su motivación al tener la opción de trabajar cerca de casa y cuidar su bienestar y para las empresas, porque ahorran costes sin renunciar a la productividad y estatus.