¿Qué son las “Startups”y qué las diferencia de las Pymes?
Cada día surgen nuevas empresas que ofrecen productos y servicios, especialmente en agricultura, telecomunicaciones y energía. Sin embargo, las empresas denominadas "startups" destacan del resto por cómo aprovechan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Una “startup” es una empresa nueva con un alto potencial de crecimiento debido a su modelo de negocio escalable y al uso de nuevas tecnologías. En los últimos años, las “startups” han ido viento en popa. Según Statista, el número de fintechs (startups financieras) en América ha pasado de unas 5.700 en 2018 a más de 10.700 a finales de 2021. Solo en Europa, Oriente Medio y África hay más de 9.300 fintechs.
Mucha gente piensa que las startups y las pymes (pequeñas y medianas empresas en virtud de su plantilla, volumen de negocio y otras cosas) son lo mismo... pero no es así.
A continuación compartimos las principales diferencias entre las startups y las pymes:
Etapas iniciales: Como empresas emergentes, no tienen trayectoria ni posicionamiento en el mercado (lo que no siempre ocurre con las pymes).
Innovación: Aunque ambas pueden utilizar tecnología punta, las startups basan sus modelos de negocio únicamente en la innovación y recurren principalmente a la tecnología para obtener ventajas competitivas.
Alcance: Las startups suelen pensar a lo grande, incluso globalmente; pero las pymes tienden a ceñirse a los mercados locales.
Escalabilidad: Las startups buscan escalar y aumentar los ingresos rápidamente, sin aumentar los costes. Pero las PYME son empresas corrientes con un recorrido lineal, por lo que suelen tener una mayor tasa de supervivencia.
Costes más bajos: Como las startups no necesitan mucho capital para establecerse y operar, pueden aumentar su margen de beneficios y crecer más rápido. Muchas no necesitan un lugar de trabajo formal (sobre todo en sus inicios), e incluso optan por hacer negocios desde espacios de co-working (donde los ocupantes comparten oficinas pero no necesariamente profesión).
Financiación: Mientras que las pymes apenas consiguen capital externo, las startups hacen de la financiación de inversores una prioridad. Ahí es donde entran los llamados "ángeles inversores", que invierten en startups y tienen voz en su gestión a cambio de capital.
Ejemplo de startups exitosas
Cabify:
Este fue el primer unicornio español (startup que supera la valoración de un billón de dólares). Nació en Madrid en el año 2011 y actualmente opera en más de 85 ciudades por todo el mundo con una plantilla que supera los 1.000 empleados.
Glovo:
Esta startup catalana fue fundada en 2014 y es una de las líderes en nuestro país dentro del sector del delivery. La inversión inicial fue de aproximadamente 120K€ y, tras levantar varias rondas de financiación, están presentes en más de 200 ciudades alrededor del mundo.
Wallapop:
El objetivo de esta startup es cubrir la necesidad de comprar y vender productos a través de un smartphone, basada en la geolocalización tanto del comprador como del vendedor. Fue fundada en el año 2013, y tras levantar varias rondas de financiación, alcanza una valoración de 690M€.
Crear una empresa puede ser una aventura difícil pero gratificante. Tener una gran idea e intentar llevarla al mercado conlleva una serie de retos, como atraer capital, empleados, marketing, trabajo jurídico y gestión de las finanzas. Pero hay que tener en cuenta que las empresas de nueva creación aumentan la satisfacción laboral y ofrecen la posibilidad de dejar un legado.